Ciertamente aún hay muchas lagunas informativas que las autoridades educativas y federales se niegan abordar. Es seguro que la SEP y el gobierno federal tienen conocimiento de la complejidad que existe en torno al necesario regreso a clases y quisiera que la CNTE se plegara a sus políticas, en parte electorales. Esto no puede ser así. No sabemos cuáles son los indicadores reales por los que la secretaría de Educación y la presidencia toman la decisión de insistir en el regreso a clases presenciales, eso genera incertidumbre y, por lo que podemos observar, el manejo político de la incertidumbre no es una buena fórmula para la articulación social y educativa. En sentido contrario, es caldo de cultivo para grandes problemas.
Por ahora tienen un manejo
político y cauteloso en torno a esta Insistencia en el regreso a clases
presencial dice la SEP, en Aristegui noticias "será voluntario para niñas,
niños y adolescentes y obligatorio para docentes". La UNAM e IPN se
reservan su declaración y dan a conocer que continuarán a distancia será qué
tienen más información que los docentes de educación básica.
Nosotros vamos uniendo datos de ocurrencia de casos en nuestras comunidades. No podemos comparar el sistema de salud mexicano con el de otros países con mayor desarrollo. Por esta razón estamos seguros que sería una catástrofe que los centros escolares se conviertan en espacios de contagio. La prueba del pasado 7 de junio demostró que ese riesgo es un hecho pero los maestros y maestras no somos epidemiólogos, generalmente, cuando se presentan problemas sanitarios recurrimos a las áreas de salud comunitarias y esta pandemia también ha demostrado que ese rubro es inexistente en muchas comunidades, incluso urbanas.
Por detalles como éste sabemos que no deja de ser un riesgo importante volver a clases presenciales y sumemos a esto la negativa de la autoridad educativa y del gobierno federal para escuchar con seriedad a nuestros representantes con nuestros puntos de vista frente a la necesidad de articular el servicio educativo en las condiciones actuales, incluso con la posibilidad de clases presenciales.
Parece ser que a los poderes
fácticos y de gobierno les interesa más la desarticulación que construir una
propuesta que observe una dinámica integral e integradora del sistema
educativo. Nosotros "los educadores y educadoras de a pie" no tenemos
la solución mágica pero en lo que sí estamos seguros y no debe haber duda es
que somos la primera línea que estará al frente de este proceso de articulación
y por simple sentido común, sería importante y estratégico que las y los
docentes tengamos un papel relevante en la articulación del proceso.
Después de miles de muertos y
de descalabros económicos, el gobierno federal descubre lo que ya sabía: el
valor social y estratégico de la educación. Pero, aunque ya lo sabían
prefirieron relegarlo a segundo plano y hoy, urgidos por la situación
emocional, cultural y educativa de la población, en particular la situación
infantil y juvenil se mueven en el filo de la navaja hacia esquemas
autoritarios sin reconocer las oportunidades que dejaron pasar cuando diversos
sectores les advertimos los descuidos estructurales en el área educativa. Por
ejemplo, el Encuentro Internacional Voces Niños, Niñas y adolescentes en
Tiempos de Pandemia, fue uno de las decenas de los esfuerzos independientes por
trabajar en un área abandonada por el gobierno.
Moctezuma Barragán tiró la
toalla ante el gran reto y prefirió una salida triunfante abandonando un barco
que estaba haciendo agua. Acá hay extrañas negociaciones que apuntan hacia el
centro del imperio y sólo lo saben con certeza en la oficina presidencial. ¿Otra
vez falta de destreza en el ajedrez político o más gatopardismo?
Delfina apareció como
salvavidas pero también con una historia más de chapulín que de constructora de
propuestas para intentar ordenar una inexistente e incoherente política
educativa que erráticamente se movió dependiendo de propuestas mediáticas
incapaces de articularse en un país donde la pobreza y la pobreza extrema son
característica de más del 50% de la población (y según los datos del INEGI, en
aumento). Su llegada al avispero de la SEP apunta que se tendrá que plegar a la
política de la 4T, que hace gobierno haciendo campaña electoral y mediática,
muy cercana al gatopardismo. La diferencia es que acá, en educación está la
CNTE, la cual ya logró sortear el primer intento desarticulador promovido desde
la misma oficina de la presidencia y, aunque en Oaxaca los puerquitos están al
servicio del lobo, los y las docentes tienen bien ubicados al servicio de qué
poderes se están moviendo y tarde o temprano ocuparán su lugar en la historia.
¿El río está revuelto o hay
interés en revolverlo para que, por fin, se hunda el barco? Ambas cosas, el río
está revuelto porque la inconformidad se sigue acumulando (véase el índice de
votación en la encuesta contra la votación en elecciones). Los problemas
estratégicos siguen sin encontrar propuestas coherentes para tan solo su
abordaje. Los programas sociales y económicos son importantes pero tienen una
tendencia paliativa frente a las grandes necesidades del pueblo principalmente
en seguridad, laboral, salud y educación, pero hay más.
Este gobierno enfrenta una
política de desgaste que trivializa incluso un bache o el desbordamiento de un
río y como se niega a ver todo el abanico de posibilidades para abordar los
problemas. Insiste en una política de denuncia de los responsables de que el
barco haga agua pero a la hora de buscar salidas ignora que su alianza es con
el pueblo y que éste tiene amplios sectores organizados que no necesariamente
son parte de la 4T pero que estuvieron al momento de empujar el carro hacia una
política progresista aún con el riesgo de que al carro se iban trepando cientos
de chapulines que hoy ocupan puestos importantes en el gobierno desde donde
contribuyen a que el río siga revuelto, lo cual les da ganancia de pescadores.
Tan solo basta ver la oficina de gestión social y educativa de la presidencia
para percatarse como transitará todo el sexenio en esta área de gobierno. Los
chapulines, hoy marineros, siguen y seguirán en el barco.
Por ahora, y es urgente, como
históricamente lo han mostrado los y las trabajadores de la educación debemos
mantener nuestra actitud epistémica y propositiva frente al desorden por venir.
Estaremos frente a nuestras comunidades que confían en nuestras propuestas,
articuladoras. Nosotros no podemos actuar negociando con una realidad que el
gobierno se niega a reconocer. Tampoco podemos ser rehenes los poderes fácticos
y de gobierno. Solo hay una oportunidad antes de la catástrofe y no podemos
desperdiciar el momento histórico, un amplio sector del pueblo confía en que
los maestros y maestras serán capaces de proponer formas de abordar el problema
y junto al pueblo continuar haciendo pueblo.
Un abrazo solidario a las y
los miles de maestras y maestros comprometidos con la educación del pueblo.
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Edición del texto: Sara Reyes Herrera
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