Sostengo que Francisco Ortiz, “Paco”, es el más grande referente de lucha en la región lagunera durante los últimos años. Firme en sus convicciones a favor de la justicia y el bien común, constante y atento, dialógico y solidario, con su ejemplo sembró esperanza en los demás, confianza, vitalidad. Y contagió su ternura, su amor por la vida, por la naturaleza, por el prójimo. Lo vi luchar sin pausa contra la perversa y mal llamada reforma educativa del 2013, acompañando a quienes habían sufrido ceses o suspensiones de pago por negarse a participar en las evaluaciones injustas, lo vi desplazarse de un municipio a otro en diálogo permanente con el magisterio sensible y sus familias, en plazas, en escuelas, en auditorios. Y luego en su lucha junto a personas admirables, en defensa de la vida y el territorio. Coordinaba, alentaba. Era, como dicen hoy algunos, un 24/7, un guerrero sin pausa dispuesto a brindar, sin regateos ni condiciones, su mano amiga, y a poner sus vastos saberes al
La Biznaga comparte la belleza de un mandala y el infinito de un caleidoscopio.