Buenos días amigas, amigos:
I
Los
errores de apreciación se pagan caros en política. Frente a estos resbalones
históricos, nuevamente los aplaudidores del ejecutivo echarán la culpa a aquellos
que estén al alcance de su diatriba para justificar que no hayan alcanzado
totalmente su objetivo, dejando de lado las enseñanzas de la dialéctica de la
lucha de clases: en su lucha por el control del poder político y económico, las
clases sociales se desplazan entre sí, en su ascenso realizan alianzas
coyunturales con tal de derrotar a su contrario para luego resolver, de acuerdo
a su propio peso político, sus propias contradicciones.
Los
errores de la coalición gobernante están en ignorar que para continuar su
ascenso en la administración son necesarias las alianzas de clases tanto en el
seno de la dirección como entre las bases populares. Esta enseñanza de El XVIII Brumario de Luis Bonaparte[1]
lo comprendió muy bien el PAN, ¿qué no?
II
Quizá
Creel no leyó Táctica y estrategia de
Marta Harnecker[2]
y mucho menos El XVIII Brumario o
quizás sí y aprendió que la única forma de frenar el ascenso de la coalición
era sumar todos los votos de sus similares o cercanos o sea el PRI y el lumpen
del PRD.
Visto
esto en el horizonte se plantearon las tareas que los ensoberbecidos Morenistas
no alcanzaban a ver. Los panistas realizan una jugada de tres bandas y se
convierten en una alianza que está dispuesta a retroceder para tomar vuelo,
tiempo les sobra:
Primero: Se plantean detener el
ascenso de Morena al interior de la Cámara de Diputados.
Segundo: Restarle poder en la
capital política del país.
Tercero: Obligar a la coalición
gobernante a negociar en el seno de la administración política y económica.
Cuarto: Usar el ensayo como
laboratorio político para prepararse para el relevo presidencial.
Quinto: Conservar el aparato
que garantiza las maniobras políticas, económicas, administrativas y
electorales, entiéndase Suprema Corte de Justicia, INE, entre otros.
Sexto: Dejar que el señuelo a
cambio sean las gobernaturas. Guerrero y Michoacan y los supuestos errores de
ingenuidad política, son el mejor ejemplo de los traspiés Morenista.
En
términos generales la jugada de todos se cumplió. Como mencioné en otro breve
ensayo, que tiene que ver con las condiciones cuantitativas y cualitativas de
estas batallas, señalé que un día después saldría a la luz lo que hicieron o no
hicieron unos y otros para mantener sus posiciones políticas. Así, unos se
ufanan por explicar lo que a todas luces es observable, otros hacen cuentas
alegres y de colores y los rojiazulamarillentos se preparan para el siguiente
movimiento.
La
jugada de la derecha es, por supuesto, una jugada de engaño que aún continúa y
en la que han caído todos aquellos que siguen pensando que la lucha de clases
se puede borrar de la historia.
Craso
error, insisto, el sector 1 de la economía del país y sus aliados, está
construyendo su regreso al Poder ejecutivo, legislativo y Federal. Nunca, se
fue, dice el Postransmanifiesto[3], sólo espera tras
bambalinas los torpes reacomodos de los inmaduros Morenistas que se cachetean
en un vestíbulo a cambio de migajas, sin saber o quizá sí, que son títeres de
los más altos poderes que dirigen los destinos políticos y económicos del país.
Triste
realidad en la que el pueblo, “El proletariado sin cabeza”[4], decía José Revueltas, es
el invitado incómodo de esta fiesta.
Aparentemente
Morena avanzó. Tiene mayoría, pero es una mayoría relativa. Para continuar,
tendrá que negociar con los que aparentemente están con ellos.
Bien
saben sus aliados son una fuerza inestable que se venden al mejor postor. Los verdirrojos tienen una historia de
veleta que pone en riesgo el Plan Cuartitransformador de López Obrador y,
aunque en sus filas hay gente leal a su compromiso político también los hay que
dicen: “El fin justifica los medios”[5]. Tendrán entonces que ser muy hábiles para
aprovechar sus piezas restantes en el ajedrez político.
Perdieron
la Reina[6] pero aún conservan el
resto de las piezas. Veremos si saben de la importancia de los peones que
también son poderosos y a la vez, pueden alcanzar poder con la jugada correcta
o si los sacrifican para no perder piezas cortesanas. Aún tienen margen de
maniobra importante para evitar el jaque al Rey.
El
reloj sigue su curso y la Reina ya no está para proteger a un Rey incapaz de
hacer enroques estratégicos por temor a empoderar a los peones. Aquí se impone
una necesaria reflexión con calma. Por delante hay tres años y varias
posibilidades. Les toca jugar.
Pero
cuidado, las jugadas subsecuentes de los próximos días son jugadas accesorias,
de complemento, lo principal ya cayó a la licuadora de la historia: todos
festejan a su modo sus triunfos pírricos. Todos saben que las cartas, ahora
están sobre la mesa. Todos pueden ver y sospechar la jugada siguiente. Sin
embargo ninguno puede ver la táctica del otro porque esto sigue oculto y el
pensar lineal y crítico no ayuda mucho. Y, dado que en las filas Morenistas
seguirán ignorando la importancia del pensar dialéctico e histórico, seguirán
patinando y resbalando en esta historia.
Fieles
a su papel como clase (sector II, pequeña y mediana burguesía), los hechos
seguirán pasando frente a sus ojos y seguirán suponiendo que lo que está frente
a ellos es un trozo de hielo que no dañará el barco.
Según
las evidencias forenses, el PRD tiene necesidad de permanecer en la alianza con
el PAN por tanto seguirán dirigidos por Creel y compañía.
El
PRI, el aparentemente el mayor sacrificado de esta alianza, se prepara para
cobrar la factura del sacrificio. Su exigencia a cambio de las gobernaturas
perdidas puede ser grande.
Morena
desconcertado por su mayoría inservible, aún no se da cuenta que su lema de
campaña es su arma estratégica, pero es un arma sin pólvora, incapaz de hacer
daño sino se recarga con más que promesas y esperanzas.
Así
las cosas. El novato que se durmió en la encrucijada aún sigue confundido
porque aunque la respuesta de los que siempre engañan les dio la dirección de
por dónde se fue su pueblo; él, no logra alcanzarlos. ¡Salud!
[1]
Carlos Marx. El manifiesto comunista y
otros escritos. Serie grandes pensadores. T.6 Ediciones Sarpe.
[2]
Marta Harnecker. Táctica y estrategia.
Ediciones Radio venceremos. El Salvador.
[3]
Sara Reyes Herrera, Néstor Trujano. Ensayo
Postransmanifiesto. Mayo, 2021.
[4]
José Revueltas. Ensayo sobre el
proletariado sin cabeza. México. Ediciones de la Liga Leninista Espartaco.
1962.
[5]
Esta frase que se atribuye a Nicolás Maquiavelo, que refiere un gobierno amoral
y déspota en su obra El príncipe también se atribuye a Napoleón Bonaparte.
Los historiadores aún no se ponen de acuerdo en la autoría de dicha frase.
[6] En
referencia al imaginario de la posibilidad de movilidad en toda dirección.
Comentarios
Publicar un comentario