Sara Reyes Herrera
Néstor Manuel Trujano
Enero 2022
El novato trasnochado
considera importante hacer la siguiente aclaración: El dieciocho brumario de
Luis Bonaparte es un ensayo escrito por Carlos Marx entre diciembre de 1851 y marzo
de 1852. Se publica por primera vez en ese año como primer número de la revista
Die Revolution en Nueva York. Y por
supuesto sugiere su lectura.
Como sabemos, de
narraciones anteriores, el novato trasnochado anda en busca de su pueblo el
cual perdió en una fiesta tradicional. En su búsqueda pregunta para orientarse
tanto a textos, como a personas que encuentra en su camino y relata lo que va
encontrando, relacionándolo con los sucesos del momento que, según él;
contribuyen a que su pueblo se encuentre perdido en su historia. Por extraño
que parezca, cualquier coincidencia con la realidad no es mera coincidencia,
simple y sencillamente son los caminos por los que transita el novato
trasnochado, pero no cabe duda: este
camino está lleno de vericuetos, en muchos casos poco explorados porque siempre
será más sencillo dirigirse en el sentido y dirección hacia donde parece que
todos van.
Sospecha que ese ensayo
escrito hace ¡171 años! le da cierta claridad para explicarse por qué no logra
encontrar el camino que le permita acercarse a su pueblo. Tiene rato que
deambula entre sus ideas tratando de contestarse ¿Qué ocurrió con la lucha de
clases? todo parecía claro: después de la revolución democrática burguesa de
1910 las clases fueron perfilando su lugar en la historia de acuerdo a sus
aspiraciones.
El pacto firmado en
Querétaro en 1917 establecía las bases para el desarrollo del país. Todos los
sectores estaban —más o menos— considerados en lo establecido en este documento
que, por supuesto, faltaba llevarlo a cabo. Era claro que ninguna clase o
sector de clase iba permitir ser desplazado sin oponer resistencia cumpliendo
así —más o menos— con el análisis realizado por el autor del ensayo en 1851.
Transitar por este entrevero es complicado y no quiere decir que no hay camino
a seguir sino que, encontrar ese camino es precisamente la tarea.
Para él, también es
claro que en aquella fiesta tradicional en la que se reunieron con los
mentirosos, se generó tal confusión, que a la hora de regresar; lo que él
suponía un mentiroso parado en la bifurcación, al parecer, son varios
mentirosos que viajan mezclados con su pueblo. Piensa —llevo bastante tiempo caminando como para no encontrar, por ahora,
huellas de por dónde transita mi pueblo. Esta condición, conforme avanza,
le hace suponer que entre su pueblo se encuentran quienes van mintiendo. Piensa
—quizá esto se debe a que las historias
que se van generando por diversos autores-narradores para aligerar el camino,
en realidad, lo hacen largo y sinuoso, difuso, brumoso a tal grado, que cada
paso parece confuso y contradictorio. Y en vez de clarificar por dónde
transitar, nuevamente aparece una bifurcación que conduce a un vericueto y en
ocasiones a un camino sin salida.
Como ya se percató de
esta situación, el novato trasnochado, prefiere avanzar despacio. Se sienta a
recordar por qué sabe que en el pasado se encuentran las bases del presente y
éste presente conlleva las bases potenciales de cómo será el día de mañana.
Recuerda que en diversos periodos históricos la participación del pueblo ha
sido clave para definir destinos y los nombres sobresalen ubicando en cada
momento sucesos destacados e importantes. Por ejemplo la gesta de Madera,
Chihuahua (23 de Septiembre de 1965); la cual sospecha es uno de los puntos de
continuidad y origen revolucionario del andar de su pueblo, entre otros de
igual importancia: Los levantamiento populares en el Estado de Guerrero, 1968
(Tlatelolco) y 1971 (Calzada México-Tacuba) el movimiento neozapatista, la APPO
Oaxaqueña, etc.
Batallas populares que
pusieron en jaque el momento histórico en turno y que la brutalidad del cómo se
fueron resolviendo o resuelven responde a intereses de clase que están
claramente perfilados, por lo menos en su país desde 1950 donde el
“progresismo” característico de esos años, incluso en el continente, fue
desplazado reprimiendo toda manifestación de descontento, con decenas de miles
de muertos en la suma total del continente. Aguas Blancas, Guerrero; Acteal,
Chiapas, los 43 normalistas desaparecidos, etc., son ejemplos de esta
brutalidad.
Por lo que sabe
actualmente, su pueblo sigue dando batallas importantes, buscando o haciendo
caminos, eso le da una idea del porqué vale la pena seguir caminando.
Los caminos
transformados en vericuetos por la vía de la fuerza del poder, a la vez, ha
servido para resolver las contradicciones del desarrollo del pueblo de los
mentirosos, generando un devenir en el que parece que las contradicciones
pueden ser superadas por los buenos deseos. Precisamente en ese momento de su
reflexión se pregunta ¿por qué ocurre este espejismo? ¡Caramba! Entonces el
beatle John Lenon tenía razón: la vida no
es lo que aparentemente parece, sino lo que puede ser. Suspira y medita –Ojalá pudiera platicar con el tonto de la
colina(1),
quizá él sepa más del porqué la gente camina por esos vericuetos aparentes. Aunque
como se dice por ahí, cada quien tiene su modo de agarrar los tacos.
Por ahora sabe que está
solo o no tanto y quizá los demás sólo están buscando el camino correcto pero
también sabe que “al andar se hace el camino”(2),
¡Carajo! Exclama —Parezco cancionero… espero
que en mi paroxismo, no me invada la cursilería y ahí sí… ¡se jodió cualquier
búsqueda!
Sorprendido por esta
epifanía que le salió al camino, decide transitar por este vericueto. Piensa
que si no lo intenta se puede convertir en un lastre en su viaje. Sabe muy bien
que los pasos hacia atrás no deben ser más de dos y que el horizonte, por
ahora, guía su andar.
I
Aunque es un novato
trasnochado, por experiencia sabe que las clases en el poder no están
dispuestas a compartir la riqueza que se produce gracias a los recursos humanos
y materiales del país. Al contrario, en su ambición marchan o dan continuidad a
la descomposición social permitiendo que todo tipo de lacras y males sociales
germinen.
Los de arriba siempre
tienen un acto de prestidigitación en la chistera: con un simple truco o con un
gran acto escénico se apoderan de la riqueza que producen los trabajadores. Es
tan hábil el acto de ilusionismo que en algún momento, es difícil ubicar quién
es delincuente y quién es político. Quién va con su pueblo y quién va maiceando
al pueblo. Y lo que es peor, tal descomposición social fomentada desde las
esferas de poder permea entre los diversos sectores de clase evidenciando una
forma ruin de hacer política, los más desubicados toman una salida falsa y se
convierten en delincuentes de diverso orden.
A la clase en el poder
no le importa desvirtuar, corromper, sobornar, explotar o asesinar. Lo que
importa es mantener la forma de control en la producción y administración de la
riqueza. Pero casualmente, en ese momento y de acuerdo con la situación
histórica de algunos que critican esta situación resulta confuso que no se
pongan de acuerdo en cuál es la forma más adecuada para enfrentar una
descomposición social que apunta para convertirse en una crisis política al
nivel de la ingobernabilidad adquiriendo el color de una guerra que es
extensión de la forma de hacer política y que, hasta ahora, ha costado muchas
vidas.
Todos los esfuerzos de organización se ven frustrados por diversas razones, sin embargo, para el novato trasnochado es claro que los sectores de clase se organizan de acuerdo a sus demandas como clase, (posibilidad , capacidad), y luchan por llevarlas a cabo, eso por lo menos sigue siendo una brújula entre tanta estulticia y desfachatez —diría el profeta del nopal(3)—.
Repasando la historia
descubre que en los 80 surge un grupo que plantea que votando se puede acabar
con la explotación del pueblo, se organizan con esta idea y ganan en 1988.
Triunfo que no es reconocido por los de arriba pero tampoco es defendido con
firmeza por los abajo y por los que llamaron al pueblo a votar.
Aquí hay una laguna que
le recuerda las piñatas que se rompen en las fiestas tradicionales en las cuales
participa su pueblo. Se percata que se establece una forma de resistencia
amorfa en la que la lucha de clases deja de ser un referente histórico para el
análisis de la situación concreta y se establece un pragmatismo sui generis que permite a todo el que
aspira a una cuota de poder, adquirirla siempre y cuando se comporte de acuerdo
con las reglas del juego que coyunturalmente van surgiendo y que a la postre se
convierte en un ABC para hacer política sin salir raspado o sea más vericuetos
por los cuales transitar ¿y el pueblo?... mirando como manotean unos y otros
arañándose la cara, pero sin perder la compostura. Es decir haciendo como que
se hace pero sin modificar las reglas fundamentales del juego.
Al parecer, y sólo al
parecer, la izquierda radical(4) e
independiente está permeada por la incomprensión clara del momento histórico.
Existen como opción pero están atomizados. Esto no es nuevo, también están a la
sombra del brumario. Incapaces de generar una propuesta articuladora, vuelven
una y otra vez a los puntos de origen. Esto los hace fácil presa de sus
contradicciones ideológicas, y los lleva a establecer una táctica y estrategia
de resistencia que en algunos casos es supervivencia. Son opción de
organización social sin trascender la atomización, sin comprender que la
construcción social es un imaginario en transformación permanente en el que
todos caben, pero cada quien en su lugar; donde los caballos de la carreta se
ponen al frente y no en la parte de atrás para empujarla, que se puede andar
entre la bruma, sin engrasar los ejes de la carreta para escuchar con claridad
cómo rechinan y quién camina a nuestro lado, pero cuidado: no se puede jugar al
bombero porque existe el riesgo de salir chamuscado.
Sin mostrar claramente
qué camino tomarán, una parte de esta izquierda son cooptados y realizan
alianzas de clase con la pequeña burguesía y el sector dos de la burguesía para
alcanzar sus cuotas de poder, al final de este ciclo terminan más atomizados de
lo que ya estaban, terminan conservando los espacios en los que históricamente
ya actuaban, pero sin capacidad para plantearse cuáles son las tareas
históricas, fundamentales para ser camino, opción y propuesta por la cual
transitar…
Otra vez parece que
aparece el fantasma de un tal Lenin que deambula entre nuestros sueños y
pesadillas… El novato trasnochado levanta los hombros y exclama — ¡Arrieros somos!.. Ni modo, quizá cuando
nos encontremos y platiquemos de nuestra experiencia, logremos encontrar el
camino que nos permita avanzar hacia el horizonte, sin olvidar el valor
estratégico y táctico de la unidad… mmm… El novato trasnochado sigue su
camino pensando si es claro que las tareas seguirán siendo las mismas. ¿Quién
se beneficia de la dispersión?
II
Por su lado, la clase
oligárquica, capitalista, concede sin dejar sus cuotas de poder,
administración, producción y distribución de la riqueza. Cada día más ricos a
costa de la pobreza del pueblo pueden conceder sin aceptar, lo que importa es
que el modelo permanezca e incluso se pula. En ese vericueto cabe la
acumulación de la inconformidad y, este momento, en la administración del
gobierno, se encumbra una clase que aprovecha un descontento que se había
acumulado y manifestado de diversas formas desde 1950 hasta lograr formar un
Frente Nacional Democrático. 68 años de acumulación, tres generaciones del
pueblo, suficientes para olvidar la lucha de clases como método para el
análisis de la historia.
El sector oligárquico,
capaces de dispararse entre ellos mismos en cualquier loma, comprende que de
tanto machacar, el pueblo también tiene la capacidad de construir cambios y muy
a su pesar juega la carta de reconocimiento de su hermano menor y apuesta al
reacomodo de las fuerzas, este camino es por el que transita actualmente el
pueblo, al frente marcando el paso, los representantes de la pequeña y mediana
burguesía y la burguesía nacionalista y progresista.
El modelo social,
económico y político es claro y sencillo e incluso retomado o reciclado del
viejo progresismo que permitió superar la crisis de 1928 y 1929: El modelo no
es nuevo, es una especie de frankenstein armado de otros modelos económicos,
incluso de países con un alto nivel de bienestar social, como es el caso de
Finlandia, donde precisamente se llama “economía de bienestar” y conlleva
austeridad, redistribución de la renta para beneficio de las clases más pobres
y a la vez para mejorar la administración estatal, fortalecimiento de la
pequeña y mediana producción, alianza con el gran capital, limpieza e inversión
parcial en la administración estatal, alianzas de clases para mantener
parcialmente la gobernabilidad (la inseguridad generada en la descomposición
social se fomenta y permanece), y una estrategia contrainsurgente general
fundamentada en un aparato electoral y clientelar eficiente que abarca la
propaganda, la cultura, los servicios, la educación, la administración estatal,
entre otros; al estilo clásico.
¡Sencillito!, sin
llamarse neoliberalismo es una receta neoliberal y por supuesto conservando el
monopolio de la violencia, la administración gubernamental y el derecho; ahora
con el agregado de la coordinación y participación militar en las calles,
cumpliendo así, a todas luces, el viejo sueño de administraciones pasadas.
Parece que al avestruz ya no le importa esconder la cabeza.
Los multimillonarios
del mundo asociados con los millonarios mexicanos contentos desde su palestra
miran cómo las riquezas del país seguirán a su alcance llámese petróleo,
minería, industria pesada y ligera, agricultura, agua, etc.
III
Hay quien prefiere
pensar que el novato trasnochado escupe para arriba y espera que el escupitajo
le caiga encima pero no es así, no escupe para ningún lado, sólo trata de
encontrar el camino por el cual transita su pueblo que por ahora, va siguiendo
un camino sin salida o por lo menos sin salida para el pueblo. Tiene claro que
la vigencia de los modelos progresistas sin una estricta base teórica que
analice el momento del desarrollo del capitalismo en su país y hasta dónde,
estos modelos de organización social contribuyen a la organización popular o
simple y sencillamente son una forma más de clientelismo, condenado a la
reproducción del capital, no lo dice él, solo tiene que voltear a ver países
como Brasil, Argentina, Ecuador y otros donde el pueblo avanzó en su capacidad
de organización pero fue incapaz de cambiar el modelo acumulación y producción
de la riqueza.
Según su apreciación la
lista es amplia y México está en esa lista. A fin de cuentas la historia recorrerá
los mismos caminos conocidos desde la aparición del gatopardismo en el continente. Entonces la pregunta se hace más
profunda ¿Cuál es la tarea principal que debe plantearse para tratar de
encontrar el camino y, le permita acercarse a su pueblo que se encuentra
atrapado en un remolino de contradicciones y mitos, donde las crisis son
utilizadas por el capitalismo para recrearse o reinventarse?
El novato trasnochado
ya se percató que los trabajadores no están construyendo una propuesta que los
acerque a la emancipación o por lo menos a mejores formas de organización y
vida. Parece un círculo vicioso, extraño: conforme avanzan más se atomizan.
Quizá porque las salidas falsas están a la mano. Hoy una manifestación de
fuerza, mañana una negociación de cuotas de poder. Este comportamiento parece
un laberinto en el que, el estira y afloje, es el motor que da vida a lo
aparente.
Las alianzas de la coalición
gobernante apuntan a que el modelo de acumulación del capital y las formas de
administración estatal permanecerán y con ello las contradicciones inherentes a
la forma de producción, acumulación, circulación y distribución de la riqueza y
si bien es cierto, existe la inversión estatal, al final de este camino sólo se
hacen más eficientes las formas de reproducción del capital.
El discurso para que el
pueblo transite por este vericueto es que todo se hace en su beneficio, pero lo
extraño del discurso es que otros lo administran. Al caminar y ver el rastro de
tantas hojas en el piso, sospecha que los que avanzan por este tramo comieron o
van comiendo tamales y no les importa el rastro que van dejando(6).
El pueblo al que apela
el novato trasnochado no se explica con profundidad por qué los precios de los
productos básicos se han disparado casi al doble. La mayoría no cuenta con
automóvil como para concentrarse en la polémica del precio de este combustible.
Atrapados en la basura televisiva no se concentran en observar los enjuagues y
alianzas de las clases gobernantes.
Viven completando
ingresos en la economía informal y el bajo crecimiento económico, así como el
desempleo y los precios altos mirando hacia la posibilidad de la vida cada día.
La alternativa real que les proponga una forma de organización no clientelar
que los involucre en la solución de sus demandas más allá del voto es escasa y
aún está lejos.
Bajo esta condición no
perciben las alianzas y el gatopardismo
que se practica desde el poder y como éste, oculta bajo un manto de
prestidigitación el neoliberalismo que tanto critica.
Para el novato
trasnochado es desconcertante encontrar en su andar a los resignados sociales,
a los que no les importa que no haya propuestas de organización social y exista
lo clientelar pero ¡qué ya no se robe tanto! No importa que no haya propuesta
educativa, que subsista el charrismo, que exista caciquismo hasta lo grotesco y
otros males permanezcan, mientras se pueda vivir el cada día. No se preguntan
cómo los beneficiará el tren maya, el aeropuerto o la refinería y porqué las
tarifas de la luz permanecen sin modificación, dependientes de programas
subsidiarios que se pueden perder con un cambio de gobierno y mucho menos se
preguntan por qué la participación popular no se orienta a la organización
popular respetando lo ya construido en la historia del caminar del pueblo… ¡Caramba!.. más hojas en el piso…
Atrapados en la
violencia como algo cotidiano y la vorágine propagandística de perseguir
políticos del pasado que cometieron actos de corrupción, abuso e impunidad,
piensan: Que los juzguen sus leyes y
jueces que ellos mismos crearon, al final de cuentas son ajustes de cuentas
entre los de arriba, entre las clases en el poder y solo tocarán a los que
quedaron desprotegidos de los enjuagues y movimientos políticos.
Abajo, el pueblo, ve
cómo se enseñorea la violencia, incluso, de estado. Hoy viven la pandemia con
estoicismo y resignación sin preguntarse si ésta tiene algún vínculo con la
crisis del capitalismo y cómo los ajustes forzosos de estas crisis tienen que
ver con el precio de la tortilla, el gas, los jitomates, etc.
Los que se llaman
gobierno no logran desmarcarse de los tiempos en los que la ley de Herodes, el
populismo y el uso de la violencia estatal era la mejor manera de hacer
política, quizá porque muchos de ellos aprendieron de política en ese tiempo…
mmm.... para ellos la organización popular y sus formas de hacer gobierno no
son opción; se mueven a la sombra del brumario y seguirán aquilatando el
descontento del pueblo en torno al poder que detentaba la oligarquía y sus
aliados.
El auge de este sector
de la burguesía, sostenido por el pueblo, seguirá utilizando la mayoría como la
moneda de cambio para impulsar, negociar y sostener su proyecto progresista
hasta donde sea posible. Este sector seguirá haciendo alianzas con todos
aquellos que consideren el progresismo y los ajustes económicos en ese contexto
como opción social de gobierno.
Al grito dentro de la cuarta transformación ¡todo!,
fuera de la cuarta transformación, ¡nada! El rey seguirá haciendo los
enroques necesarios mientras se pueda mover y no reciba el ansiado jaque mate con el que sueñan diversos
sectores aliados de la oligarquía… “Se
trata, por tanto, de mantener viva la causa, pero de suprimir el efecto, allí
donde éste se manifieste… Bonaparte se reconoce al mismo tiempo, frente a la
burguesía, como representante de los campesinos y el pueblo en general, llamado
a hacer felices dentro de la sociedad burguesa a las clases inferiores del
pueblo. Nuevos decretos, estafan de antemano a los “verdaderos socialistas” su
sabiduría de gobernantes. Bonaparte se sabe ante todo jefe de la sociedad del
10 de diciembre, representante del lumpenproletariado, al que pertenece él
mismo, los que le rodean, su gobierno y su ejército”(6).
IV
Al parecer la epifanía
del novato trasnochado se ha trocado en pesadilla por que se ha acercado al
callejón de las contradicciones y los mitos. Vuelve leer el ensayo citado. Lo
comprende pero no ubica cómo Napoleón pudo representar a los campesinos y
convencer a sectores radicales para negociar cuotas de poder. Ahí hay una vieja
fórmula que ilustra cómo fortalecer las alianzas de clase prometiendo acabar
con todos los males sociales. Al parecer la historia se torna charada
contemporánea. Parafraseando el XVIII Brumario: Napoleón prometió seguridad a los sectores más conservadores del
campesinado que votó abrumadoramente por él, para más tarde descubrir que
fueron utilizados para conservar el orden burgués. (Pág. 203-206).
El novato trasnochado
no pretende echar por tierra los sueños de 30 millones de votos y coincide con
muchos en que los anteriores gobiernos eran peores: más violentos, más ratas,
más asesinos, más mentirosos y abusivos… sin embargo algunas cuestiones no
cuadran en el nuevo modelo.
Sabe que el pueblo
organizado avanza de diversas formas, atomizados, pero avanza. Quizá porque
siempre será complejo y difícil caminar por el laberinto de las contradicciones
y los mitos donde las paradojas invaden las formas de organización popular
naturalizando un modelo que se autonombra benefactor del pueblo sin cambiar las
viejas prácticas de producción y acumulación de la riqueza.
Está seguro que 30
millones de ilusiones no son suficientes para cambiar una realidad que es necia
si no se está organizado para ese fin; utilizando todos los medios a su
alcance.
Nuevamente nos voltea a
ver y nos invita a caminar con él, por este laberinto, oscuro, sinuoso, brumoso
e incluso grotesco seguro de que, de alguna manera, encontraremos el modo de
poner los caballos al frente de la carreta…. Salud.
1.
El
tonto de la colina es el título de una canción de Paul Mccartney, sin embargo,
en el imaginario social, varios autores de narrativas diversas han firmado con
el homónimo del tonto de la colina. En este caso, podría ser cualquiera que
considera que la realidad tiene diversas interpretaciones.
2.
En
referencia al poema Cantares. Autor Antonio Machado. Cantada por Joan Manuel
Serrat.
3.
En
referencia a Rodrigo González. Conocido como Rockdrigo González el profeta del
nopal.
4.
Categoría
que utiliza José Martí para definir radical de la siguiente manera:"a la
raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces.
No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no
ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres" EN LAS ENTRAÑAS DEL
MONSTRUO. José Martí. Pág. 435. Edición del Centro de Estudios Martianos.
5.
Figura
poética creada por el poeta Juan Manuel Bonilla Soto. Premio Nacional de poesía
1990. En referencia a las hojas de plátano o maíz utilizadas para hacer tamales.
6.
Carlos
Marx. Manifiesto comunista y otros
ensayos. Edición SARPE. 1985.Madrid, España. Pág. 207.
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